En el año 1812 el primer Triunvirato envió a Manuel Belgrano a una pequeña población llamada Villa del Rosario, actual ciudad de Rosario, para que instalaran dos baterías de cañones sobre el Río Paraná.
El objetivo era enviar las incursiones realistas que asediaban la zona desde Montevideo. Una vez en el lugar, Belgrano proclamó, la necesidad de contar con una escarapela que distinguiera a las tropas revolucionarias de las del otro bando, que se identificaba con el color rojo.
El Triunvirato aceptó la sugerencia y el 18 de febrero decretó que todas las tropas del Virreinato del Río de la Plata, usarán una escarapela de colores blanco y azul celeste. Luego de la oficialización de la escarapela Belgrano dió un paso más y escribió de puño y letra al Triunvirato:
“Siendo preciso enarbolar una bandera y no teniéndola, la mandaré a hacer en blanco y celeste conforme a los colores de la Escarapela nacional”.
Belgrano creó nuestra primera insignia patria incluso antes de tener bandera. En 1935 se declara el 18 de mayo: “Día de la Escarapela”.
